El melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel, se forma en las células (melanocitos) que producen melanina, el pigmento que le da color a la piel. El melanoma también puede manifestarse en los ojos y, rara vez, en los órganos internos, como los intestinos.

La causa exacta de todos los melanomas no está clara, pero la exposición a la radiación ultravioleta (UV) de la luz solar o de las lámparas  de las camas solares aumenta el riesgo de padecer melanoma.

Con mayor frecuencia, aparecen en partes que estuvieron expuestas al sol, como la espalda, las piernas, los brazos y el rostro.

Los melanomas también pueden producirse en las partes que no tienen mucha exposición solar, como las plantas de los pies, las palmas de las manos y los lechos de las uñas. Estos melanomas ocultos son más frecuentes en personas que tiene la piel más oscura.

El tratamiento de la mayoría de los melanomas consiste en la resección completa de la lesión. Dicha resección debe incluir sectores de piel sana, que varían dependiendo del grado de afección del melanoma. En determinados casos la cirugía requerirá el estudio, con la eventual resección completa, de las cadenas ganglionares linfáticas de la zona afectada.

Nos referimos a esta enfermedad como la expresión más severa de los cánceres de piel debido a que tiene una probabilidad mayor, en comparación al resto de los cánceres de piel, de producir metástasis. Es por ello, que el tratamiento de esta patología, requiere del trabajo interdisciplinario de carias especialidades.

Los primeros signos y síntomas del melanoma suelen ser:

  • Un cambio en un lunar existente
  • La formación de un nuevo bulto pigmentado o de aspecto inusual en la piel

Características de una lesión de piel pigmentada que nos deben llamar la atención.

Se describen 5 aspectos que identifican a una lesión como sospechosa de malignidad, y por tanto requiere de una evaluación por un profesional médico especialista en piel.

-A : asimetría, si se traza una línea imaginaria en la mitad de la lesión, deberían quedar dos mitades iguales. Si esto no se cumpliese, sería una característica a tener en cuenta frente a la sospecha de lesiones de piel malignas.

-B : bordes irregulares, los bordes deberían ser bien definidos y regulares, caso contrario representa un índicador de sospecha.

-C : color no homogéneo, la pigmentación de la lesión debería ser uniforme, presentar un solo color y no la presencia de varios tonos de un mismo color o colores diferentes.

-D : diámetro menor a 6 mm, las lesiones sospechosas de malignidad presentan un tamaño en uno de sus ejes mayor a 6 mm.

-E : Evolución. Si la lesión presenta cambios en algunos de los aspectos descriptos anteriormente, representa un factor de sospecha.