El carcinoma escamoso en la piel es una forma frecuente de cáncer que aparece en las células escamosas que componen la capa superficial de la piel (epidermis).

El carcinoma escamoso en la piel no suele ser potencialmente mortal, pero en algunos casos puede ser agresivo. Si no se trata, el carcinoma escamoso en la piel puede agrandarse o propagarse a otras partes del cuerpo y causar complicaciones graves.

La mayoría de los carcinomas escamosos en la piel se deben a la exposición prolongada a la radiación ultravioleta (UV), ya sea del sol o de camas solares.

La cirugía convencional con control de márgenes es la terapia más común y según la localización y el tamaño del defecto, se realizará cierre primario, colgajo cutáneo o injerto. Dependiendo el estadio de la enfermedad, las modalidades terapéuticas son variadas, pudiendo ir desde criocirugía hasta la radioerapia.

El carcinoma espinocelular que no se trata puede destruir el tejido sano circundante, expandirse a los ganglios linfáticos o a otros órganos, y ser mortal, aunque esto es poco frecuente.

El riesgo que supone el carcinoma espinocelular agresivo puede ser más elevado en los casos en los que el cáncer tenga estas características:

  • Es particularmente grande o profundo
  • Afecta a las mucosas, como los labios
  • Se presenta en una persona con el sistema inmunitario debilitado, como las personas que toman medicamentos contra el rechazo después de haber recibido un trasplante de órgano o alguien con leucemia crónica.