La toxina botulínica es una neurotoxina, elaborada por la bacteria Clostridium botulinum, que actúa impidiendo la liberación de una sustancia llamada acetilcolina. Ésta sustancia es la responsable de estimular la actividad muscular y del accionar de alguna glándulas (como las glándulas del sudor).
Su uso más frecuente se basa en el bloqueo de determinados músculos del rostro para eliminar o atenuar las arrugas de la frente, entrecejo y pericoculares (conocidas como «patas de gallo»). También forma parte de una herramienta muy importante para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar (sudoración excesiva en axilas).
Cabe remarcar que la aplicación de la toxina botulínica debe estar orientada a la anatomía propia de cada paciente, ya que no todos presentan las mismas características musculares. Si bien el bloqueo muscular debe ser efectivo, es de vital importancia para el resultado estético que no sea exagerado. Esto quiere decir, que el bloqueo de los músculos sea dirigido a un grupo específico de áreas, permitiendo que otros sectores trabajen normalmente, lo cual mantiene los movimientos de expresión facial, dando un aspecto más natural al resultado final.
A continuación te mostramos posibles preguntas frecuentes relacionadas con el procedimiento, para que tengas un conocimiento más amplio.
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