Los fines que persigue la cirugía plástica de las orejas (otoplastia) son, entre otros: el dar una adecuada forma y tamaño al pabellón auricular, y el acercamiento de la oreja al cráneo, evitando la protusión de las mismas.
Otras anomalías pueden corregirse de forma adicional al efectuar este tipo de intervención, tales como la excesiva proyección de los lóbulos con respecto a la oreja, o algunas formas anómalas en el margen de la misma.
Como objetivo final, esta cirugía intenta cambiar los rasgos en las orejas, beneficiándose de las técnicas que la cirugía plástica puede ofrecer.
La forma de las orejas es diferente de unas personas a otras, tanto en su estructura anatómica, como en las variaciones existentes en: grosor, tamaño de cartílagos, grosor de la piel, edad del paciente, implantación o localización de las mismas respecto a la cara, herencia, etc.
Por estas razones, el resultado quirúrgico de esta cirugía plástica nunca es superponible en pacientes con orejas distintas. Aunque después de considerar todos los factores particulares de cada paciente se puede prever fácilmente cómo quedará el proceso de cirugía estética.
En el momento que efectúes tu primera visita, se estudiarán los rasgos relativos a tus orejas y se comentarán todos los detalles sobre la otoplastía: las posibilidades quirúrgicas, técnica, localización de las cicatrices, etc. Además se te asesorará en todo momento sobre todas las opciones estéticas complementarias que se pueden realizar.
A continuación te mostramos posibles preguntas frecuentes relacionadas con el procedimiento, para que tengas un conocimiento más amplio.
Si aún así surge alguna inquietud, no dudes en consultarnos completando el formulario aquí.