El melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel, se forma en las células (melanocitos) que producen melanina, el pigmento que le da color a la piel. El melanoma también puede manifestarse en los ojos y, rara vez, en los órganos internos, como los intestinos.
La causa exacta de todos los melanomas no está clara, pero la exposición a la radiación ultravioleta (UV) de la luz solar o de las lámparas de las camas solares aumenta el riesgo de padecer melanoma.
Con mayor frecuencia, aparecen en partes que estuvieron expuestas al sol, como la espalda, las piernas, los brazos y el rostro.
Los melanomas también pueden producirse en las partes que no tienen mucha exposición solar, como las plantas de los pies, las palmas de las manos y los lechos de las uñas. Estos melanomas ocultos son más frecuentes en personas que tiene la piel más oscura.
El tratamiento de la mayoría de los melanomas consiste en la resección completa de la lesión. Dicha resección debe incluir sectores de piel sana, que varían dependiendo del grado de afección del melanoma. En determinados casos la cirugía requerirá el estudio, con la eventual resección completa, de las cadenas ganglionares linfáticas de la zona afectada.
Nos referimos a esta enfermedad como la expresión más severa de los cánceres de piel debido a que tiene una probabilidad mayor, en comparación al resto de los cánceres de piel, de producir metástasis. Es por ello, que el tratamiento de esta patología, requiere del trabajo interdisciplinario de carias especialidades.
A continuación te mostramos posibles preguntas frecuentes relacionadas con el procedimiento, para que tengas un conocimiento más amplio.
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