Cirugía del contorno corporal
Procedimientos quirúrgicos

Lipoescultura

La liposucción va dirigida solamente a extraer los depósitos de tejido graso localizados (lipodistrofia). No va dirigida a la obesidad en general.

La piel de individuos más jóvenes tiene mucha más elasticidad, en ellos, tras la extracción de la grasa, la piel se contrae o retrae, presentando después una superficie lisa y suave.

En pieles de más edad esta cualidad elástica está disminuida y es posible que aparezcan ondulaciones o irregularidades después de la liposucción. Estas circunstancias se dan igualmente después de una gran descenso de peso. Las personas jóvenes pueden perder peso con una buena retracción de la superficie de la piel, pero cuando las personas de mayor edad pierden peso, la piel tiene una tendencia a colgar en pliegues y/o presentar irregularidades superficiales.

La piel flácida o la ausencia de una buena elasticidad cutánea limitarán el grado de retracción que se pueda obtener. En tal caso, se debe extraer una cantidad de grasa menor, pero aún así, es posible conseguir una mejora del contorno corporal.

A continuación te mostramos posibles preguntas frecuentes relacionadas con el procedimiento, para que tengas un conocimiento más amplio.

Si aún así surge alguna inquietud, no dudes en consultarnos completando el formulario aquí.

Hay que diferenciar claramente lo que son las lipodistrofias de la celulitis. En las lipodistrofias como señalamos anteriormente, existen unos depósitos localizados, que pueden ser extraídos mediante liposucción. La celulitis se refiere a una degeneración del tejido celular subcutáneo, localizada fundamentalmente en caderas, muslos y abdomen, más frecuente en mujeres.

En la celulitis existe una alteración de las fibras elásticas, apreciándose un aumento de la consistencia de la piel, ligeramente edematosa, a veces dolorosa, y con aspecto característico de “piel de naranja”. La liposucción no actúa sobre la “celulitis”, aunque sí puede beneficiarse cuando ésta se asocia a lipodistrofias.

 

Siempre habrá una señal en la piel allí donde se haya realizado la incisión superficial. Esta puede variar en longitud desde 0,3 cm a 1,25 cm.

Después de la liposucción el área tratada presenta moretones (hematomas). Estos varían y son a veces bastante extensos, y no hay ningún modo de evitarlos. Dependiendo del tamaño y la localización del área tratada, los hematomas pueden durar tres o cuatro semanas.

Por medio de pequeñas incisiones se introduce el anestésico local. Tras difundir en las zonas a tratar, se comienza a realizar el aspirado del contenido graso por medio de una fina cánula de manera indolora.

Un vendaje de compresión después de la operación limitará la acumulación de sangre y los hematomas. Generalmente colocamos una faja de liposucción  tras la intervención. Dicha faja deberá llevarla de manera permanente durante unas 6 semanas al menos, aunque cuanto más tiempo la lleve mejor será el resultado.

Se pueden dar complicaciones después de cualquier tipo de cirugía. Las que ocurren en la liposucción son frecuentemente de naturaleza menor.

  • Pueden aparecer irregularidades en el contorno de la zona operada, que generalmente desaparecen con el uso de la faja y los masajes. De no hacerlo pueden ser corregidas de forma sencilla.
  • También es posible que puedan darse otros problemas, como despigmentación de la superficie cutánea que pueden durar hasta doce o dieciocho meses.
  • También podría darse un grado variable de hinchazón en las áreas tratadas durante algún tiempo después de la operación.
  • Generalmente la sensibilidad retorna a la normalidad, pero es posible que existan variaciones de ella durante varios meses.
  • Durante el proceso de cicatrización también se han observado sensaciones de incomodidad y de quemazón localizadas que desaparecen en pocas semanas.

En las operaciones de liposucción se utiliza anestesia general, anestesia local o anestesia raquídea, según cada caso, por lo que see requieren los servicios de un Anestesiólogo/a. Se completará un formulario pre-anestésico que será enviado al Anestesiólogo para su evaluación pre-operatoria.

El tiempo concreto de la operación variará según la cantidad de grasa que debe extraerse a cada paciente. La liposucción generalmente requiere de entre dos a cuatro horas.

La mayoría de los pacientes no sienten dolor después de la liposucción, pero sí se da cierta incomodidad. Cualquier dolor o incomodidad puede solucionarse fácilmente mediante analgésicos. Nos aseguraremos de que usted esté bien atendido con respecto a ello.

Las incisiones son muy pequeñas, pero hay algunos puntos que deben extraerse. Se le dará hora para la visita postoperatoria en la consulta, donde se le atenderá en la primera semana después de la operación. En esta primera visita habitualmente revisamos las heridas y vemos cómo se ajusta la faja que debe estar completamente estirada, puesto que si está mal colocada puede ocasionar pliegues visibles.

Estas algunas de las instrucciones que deberá considerar cuando se somete a un procedimiento quirúrgico de este calado.

  • Tenga en cuenta que se sentirá hinchado/a y fatigado/a, después de la liposucción. Ello es normal después de la extracción de la grasa y lo mejor es el reposo con piernas elevadas.
  • Debe llevar una faja especial durante dos ó tres meses. Puede quitársela para lavarse, ducharse, etc.
  • A partir de la cuarta o sexta semana ya no es necesario dormir con la faja. Se recomienda llevarla 6 horas al día, particularmente en las horas de más actividad. Aunque si la tolera bien cuanto más tiempo la lleve mejor.
  • El objetivo de la faja es limitar la hinchazón y contribuir a que la piel se retraiga adecuadamente en las zonas en las que se ha extraído la grasa.
  • Cuando visite la consulta para la extracción de los puntos de sutura, se evaluará la hinchazón que padece, y se le aconsejará más específicamente acerca del uso de la faja.
  • Una vez retirado el vendaje compresivo en la primera semana, es conveniente realizar masaje linfático durante 1-2 meses. Se le recomendará un especialista en este tipo de masajes que le aconsejará sobre su caso en particular.
  • Tenga en cuenta que el resultado se hará obvio al cabo de un período de dos a tres semanas. Sin embargo, es importante saber que la hinchazón y el retraimiento de la piel seguirán mejorando a lo largo de un período de 4 a 6 meses. Cada persona es diferente, y la hinchazón se reduce más deprisa en unos pacientes que en otros.

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