La reconstrucción mamaria es un procedimiento quirúrgico destinado a crear un nuevo seno tras una mastectomía. Existen diferentes técnicas de reconstrucción mamaria que pueden clasificarse básicamente según:

  • El momento de la reconstrucción, en inmediatas o diferidas.
  • El modo de reconstrucción, en autólogas (con tejidos propios, generalmente colgajos del abdomen o de la espalda y transferencia de grasa) o mediante expansores o prótesis.

La indicación tanto del momento, como del modo de reconstrucción, depende de múltiples factores como la calidad de la piel, la existencia o no de radioterapia previa o posterior, la edad de la paciente, su constitución, su estado general de salud, el tamaño y la forma de la mama sana, etc.

La mayoría de las técnicas de reconstrucción se llevan a cabo en varios tiempos quirúrgicos. En los primeros pasos se persigue devolver el volumen y la forma. Posteriormente, son frecuentes los retoques o refinamientos. En muchos casos es conveniente operar también la mama sana para lograr la mayor simetría con el seno reconstruido.

En general, se realiza en último lugar, la reconstrucción de la areola y el pezón. Para ello existen de nuevo diversas técnicas (injerto de pezón de la mama sana y tatuaje de la areola, reconstrucción del pezón con tejido local e injerto de la areola con piel de la ingle, etc.).

Existen diferentes métodos de reconstrucción mamaria. Su indicación dependerá del estado de los tejidos en la zona de resección de la tumoración previa, del estado de la mama opuesta y de las expectativas que tenga cada paciente.

  • Reconstrucción con tejido disponible y prótesis mamaria:

    Consiste en implantar la prótesis mamaria debajo de los músculos del tórax a través de la cicatriz que ya existe de la mastectomía. En los casos en los que el tejido disponible en el tórax sea escaso, se puede colocar primero una prótesis de expansión, antes de colocar la prótesis definitiva, para conseguir así una mejor simetría.

  • Reconstrucción con expansión de tejidos y prótesis mamaria:

    En estos casos hay que hacer dos intervenciones. La primera consiste en colocar un expansor de tejidos debajo de los músculos tórax con el fin de conseguir piel suficiente.

    En la segunda intervención se reemplaza el expansor por una prótesis mamaria definitiva. En esta segunda operación se puede efectuar una corrección de la mama opuesta y también puede ser reconstruido el complejo areola-pezón ausente, para mejorar la simetría.

  • Reconstrucción con tejidos autólogos:

    Cuando hay pocos tejidos disponibles en el tórax y la piel es delgada, tensa o está irradiada, puede realizarse la reconstrucción con tejidos de otra zona corporal.

    Hay numerosos colgajos pero se usan básicamente dos tipos:

    Colgajo de músculo de dorsal ancho. En este caso la reconstrucción se realiza con piel y músculo procedente de la espalda. Con este método puede ser necesaria la utilización de una prótesis mamaria que mejore el volumen y la apariencia de la mama reconstruida, aunque en otros casos logramos restablecer la forma sin emplear prótesis.

    Colgajo TRAM o similares. En este caso la reconstrucción mamaria se realiza con piel y grasa de la parte inferior del abdomen.

    Con esta operación se reduce el exceso de piel y grasa del abdomen, quedando la cicatriz de la zona donante, transversal en el abdomen inferior, por encima del pubis.

También se puede otorgar mayor volumen a la mama a reconstruir y mejorar la calidad de la piel a través de la transferencia de tejido graso mediante cánulas (Lipotransferencia)

Hay otras técnicas de reconstrucción pero no gozan de tanta popularidad. Las últimas técnicas en reconstrucción mamaria van encaminadas a reducir las secuelas de la extracción de tejidos donantes y logran una mejor forma y simetría mamarias. La microcirugía ha supuesto un gran avance en este campo logrando estos objetivos propuestos. Disponemos de la experiencia y del material necesario para realizar este tipo de reconstrucciones si su caso lo precisa.

La alternativa a la cirugía es el uso de prótesis externas.

Cualquier procedimiento quirúrgico entraña un cierto grado de riesgo y es importante que usted comprenda los riesgos asociados a la reconstrucción mamaria. La decisión individual de someterse a una intervención quirúrgica se basa en la comparación del riesgo con el beneficio potencial.

Aunque la mayoría de los pacientes no experimentan las siguientes complicaciones, usted debería asegurarse comprender los riesgos, complicaciones potenciales y consecuencias de su operación.

  • Sangrado: Es posible, aunque raro, que se presente un episodio de hemorragia durante o después de la cirugía. Si ocurriera, podría requerir tratamiento de urgencia para drenar la sangre acumulada. No debe tomar aspirina o anti-inflamatorios desde 10 días antes de la cirugía, puesto que pueden aumentar el riesgo de problemas de sangrado.
  • La hipertensión (aumento de la presión sanguínea) que no está bien controlada médicamente puede ser causa de sangrado durante o después de la cirugía. Los cúmulos de sangre bajo la piel pueden retrasar la curación y causar cicatrización excesiva.
  • Infección: La infección es infrecuente tras este tipo de cirugía. Si ocurriera, podría ser necesario un tratamiento que incluyera antibióticos o cirugía adicional. En caso de infección en una reconstrucción con expansores o prótesis puede ser necesario retirarlos.
  • Necrosis: Es raro pero puede ocurrir la pérdida de piel o tejidos blandos de forma parcial o total del seno reconstruido. Esta circunstancia requiere en la mayoría de los casos cirugía adicional para eliminar el tejido muerto. En las intervenciones con microcirugía, el grado de complejidad es más elevado y el riesgo de que ocurran complicaciones de este tipo también, aunque con la experiencia éstas han disminuido.
  • Cambios en la sensibilidad cutánea: La disminución (o pérdida) de la sensibilidad cutánea suele recuperarse en un tiempo variable (6-12 meses) en las reconstrucciones con expansores y/o prótesis. En las reconstrucciones autólogas la recuperación es escasa y en algunos casos nula.
  • Irregularidades del contorno: Pueden producirse irregularidades tanto en el monte del nuevo seno como alrededor de la cicatriz, que en ocasiones pueden precisar retoques para su corrección.
  • Asimetría: Para lograr una buena simetría muchas veces es preciso operar también la mama sana, pero aún así pueden no quedar exactamente iguales.
  • Envejecimiento desigual: La mama reconstruida tanto con prótesis como con tejidos propios tiende a caer menos con el tiempo que la mama sana.
  • Dehiscencia: Puede ocurrir que las heridas se abran o las cicatrices se ensanchen, particularmente si existe mucha tensión en los cierres. Pueden ser necesarios tratamientos adicionales.
  • Cicatrización cutánea: La cicatrización en exceso es infrecuente. En casos raros pueden producirse cicatrices anormales, rojas y gruesas (cicatrices hipertróficas o queloides). Pueden necesitarse tratamientos adicionales para tratar la cicatrización anormal, incluyendo cirugía.
  • Complicaciones en la zona donante: Cuando es necesario tomar tejido del abdomen, de la espalda, etc., pueden ocurrir complicaciones en el lugar de donde se sacan.
  • Anestesia: Tanto la anestesia local como la general implican un riesgo. Existe la posibilidad de complicaciones, lesiones, e incluso muerte, por cualquiera de las formas de anestesia o sedación. Información más detallada le será facilitada por el propio equipo de anestesistas, que así mismo, recabarán el correspondiente consentimiento escrito.
  • Reacciones alérgicas: En casos raros se han observado alergias locales al esparadrapo, material de sutura o preparados tópicos. Las reacciones sistémicas, que son más serias, pueden producirse por medicaciones usadas durante la cirugía o por medicinas de prescripción. Las reacciones alérgicas pueden requerir tratamiento adicional.

Generalmente se utiliza la sedación asociada a anestesia local o  anestesia general (dependerá del tipo de intervención a realizar), ambas requieren los servicios de un Anestesiólogo/a. Se completará un formulario pre-anestésico que será enviado al Anestesiólogo para su evaluación pre-operatoria.

El tiempo concreto de la operación variará según cada reconstrucción. Un expansor mamario requiere generalmente alrededor de hora y media. Un colgajo de dorsal ancho puede durar alrededor de 3-4 h. Un colgajo abdominal no microquirúrgico se sitúa en torno a las 3-5 h. Finalmente un colgajo microquirúrgico puede oscilar desde las 6 a las 12 h. incluso. Tenga en cuanto que estos cálculos son aproximados y pueden variar ostensiblemente en función del personal de quirófano disponible, de la cantidad de cirujanos, del material quirúrgico al alcance, del anestesista y también de los imprevistos que pudieran suceder a lo largo de las intervenciones.

Lo importante es que la intervención se realice correctamente y en el tiempo necesario. Nosotros no escatimaremos en el tiempo, este será el preciso para cada caso.

La paciente ingresa el día de la intervención, siendo dada de alta al día siguiente o al segundo día de ésta en los casos de expansión. En los casos de reconstrucción más compleja el tiempo de estancia es evidentemente mayor. Usted se irá de alta cuando se encuentre recuperada y no antes de tiempo. La noche de la intervención deberá usted estar acompañada, así como los días posteriores hasta obtener el alta.

La mayoría de las pacientes tiene leves dolores y malestar inmediatamente los primeros días tras la intervención; para evitarlo le daremos medicación analgésica si lo precisa.

Generalmente, el uso de Ketorolac , es suficiente para las molestias (salvo que sea usted alérgica, en cuyo caso le aconsejaremos otro analgésico). No tome aspirina. El alcohol excesivo debe evitarse durante 7 o 10 días. Estas drogas pueden causar hemorragias en el área operada. Antes y después de la anestesia general, es recomendable fumar el mínimo posible durante varios días.

La mayor parte de los puntos son internos y no hay que retirarlos. En caso de precisar algún punto externo, La extracción de los mismos se realizará varios días después de la operación. La extracción es rápida y sencilla.

Nuestro asesoramiento será personalizado, pero para que lo tenga en cuenta desde el momento en el que decide hacerse esta operación queremos mostrarle cómo es el postoperatorio de esta intervención.

  • El movimiento de los brazos debe reducirse al mínimo durante la primera semana, para permitir que las heridas puedan cicatrizar. Esto también contribuirá a reducir las molestias postoperatorias. Es común la aparición de una cierta hinchazón y morados durante una o tres semanas. La sensibilidad del pezón puede aumentar o disminuir, pero transitoriamente.
  • Pueden tomarse duchas una vez retirados los puntos. Los baños y la natación se permiten al cabo de 2 o 3 meses después de la operación.
  • Es recomendable que después de la operación se utilice un sujetador elástico. Le informaremos al respecto.
  • En los casos de reconstrucción con tejido abdominal también deberá llevar durante unos meses una faja especial en la zona abdominal.
  • El caminar, y los ejercicios ligeros del cuerpo no presentan problema alguno durante la primera semana. Después, debe usted graduar sus ejercicios según su propia comodidad y bienestar. Si empleamos el tejido abdominal no deberá hacer abdominales durante al menos 5-6 meses. No conduzca durante el primer mes. Recuerde que quizá pueda experimentar ciertas molestias durante el primer mes.
  • Se tarda varios meses en acostumbrarse al “nuevo yo”. Quizá se observe un malestar ocasional en el pecho o en la zona donante y una sensación rara en los pezones. No se preocupe por ello. Si los pechos se están endureciendo y poniéndose firmes, aumente los ejercicios de movilización de las prótesis, si las tuviese, tanto en duración como en intensidad.